Ya nadie duda que la Nueva Mayoría (es decir, la vieja y desgastada Concertación, “reforzada” con los Comunistas…) gobernará Chile por los próximos cuatro años. Lo único que queda es apostar a si este triunfo se logra en primera o segunda vuelta…y que tan arrollador será…
¿Por qué el gobierno de centro derecha no logró la continuidad de su proyecto teniendo todo a su favor? La respuesta a esta interrogante tiene varias aristas en mi humilde opinión.
La primera y más importante, ha sido la poca experiencia del Presidente y sus equipos en gobernar. Lo que puede parecer simple, requiere un entendimiento profundo del manejo interno de la burocracia estatal, sus canales formales e informales, y obviamente una conexión sólida con sus pilares de apoyo que son los partidos y el Congreso. El gobierno y especialmente el presidente Piñera pecaron de soberbios al nombrar su primer Gabinete “de los mejores”, formado por tecnócratas con excelente carreras profesionales y académicas, pero con nula experiencia estatal, los cuales se rodearon de asesores igual de inexpertos políticamente. Mucho pendrive y poca calle…Está absolutamente claro que el “traspaso” por parte del Gobierno anterior no fue de los mejores, con discos duros borrados y entrampamientos varios incluidos, pero eso era absolutamente predecible. Los continuos cambios de Gabinete, salidas de “madre” de algunos Ministros como Mañalich y las variadas descoordinaciones de mensajes son un ejemplo de la inexperiencia mostrada, que la ciudadanía ha visto claramente. Que diferente habría sido todo si por ejemplo el experimentado Chadwick hubiera estado en el primer equipo en salir a la cancha, en vez del vapuleado Hinzpeter…
El segundo factor que ha impactado ha sido el afán de figuración del Presidente Piñera, tratando de estar en todos los temas y no delegar en un equipo sólido el manejo de diferentes temas que no solo es una dinámica más eficiente, sino que permite el surgimiento de figuras proyectables como líderes continuadores del legado de la Alianza, algo que la Concertación ha hecho muy bien incluyendo a la misma Michelle Bachelet como producto de esta dinámica. Si se hiciera un balance de que figuras nuevas surgieron, solo Laurence Golborne se destacaría…con la “pequeña” ayuda de 33 mineros…
Como tercer factor yo veo la falta de conexión de este Gobierno con la ciudadanía para compartir su obra (gran obra a mi juicio) de forma simple y convincente. Desde un inicio el tono de los mensajes era más parecido al de un Gerente General frente al Directorio de su empresa, que al del líder de un país variado, de clase media y luchadora. Los logros de este gobierno en materia económica, laboral, de infraestructura (reconstrucción post terremoto incluida), salud y educación son innegables, pero es doloroso saber que la señora Juanita no los conoce bien, o no sabe cómo le impactan en su día a día. Si el Gobierno fuera una empresa, el equipo comunicacional habría sido despedido el primer año…y existido un giro de timón que asegurara que todo Chile conociera la obra del Gobierno
Como cuarto punto no menor, los partidos de la Alianza no estuvieron a la altura de las circunstancias. Más allá del capítulo circense de la elección del candidato presidencial de este año, destacaría la poca lealtad de los partidos (…en realidad de ciertos dirigentes…) con el Gobierno y especialmente con el Presidente. Como en toda relación de “pareja”, los problemas son compartidos, pero muchos líderes de la UDI y especialmente de RN no estuvieron a la altura del proyecto país, criticando públicamente al presidente y decisiones del gobierno, quitando votos para leyes empujadas por el Ejecutivo y construyendo un clima de ingobernabilidad que la ciudadanía obviamente percibió y castigó en las elecciones municipales pasadas, y con alta probabilidad en las parlamentarias del próximo domingo. Capítulo aparte merece Carlos Larrain, en mi opinión, el más nefasto presidente de RN de la historia. Se farreó la posibilidad de que RN se transformará en el partido insignia del Gobierno, de desarrollar lideres potentes y de generar una verdadera renovación de caras aprovechando la vitrina que estar en la Moneda entrega. Más allá, se encargó de discrepar con Piñera innumerables veces, usando su tono irónico campechano que le permite opinar en forma graciosa, pero profundamente dañina para RN y su sector. Es de esperar que el transformarse nuevamente en oposición, permita algo de autocrítica y que el sector liberal de centro derecha del cual me siento parte, resurja de las cenizas, y logre rearmarse con caras nuevas y propuestas de futuro como se requiere.
Finalmente, para mí el factor que inclinará la balanza en favor de la nueva mayoría es su propia candidata: Michelle Bachelet. A muchos puede no gustarnos a nivel de propuestas, desenvolvimiento mediático ni menos los secuaces que la rodean, pero es innegable el nivel de carisma que tiene y el nivel de adhesión a su persona que genera en la población. La estrategia de irse a USA por unos años, fue clave para no desgastarla, permitiéndole regresar en gloria y majestad por las amplias Alamedas en dirección de la Moneda. Acá la Nueva Mayoría aplicó su pragmatismo y disciplina política destacable, cerrando rápidamente filas en torno al caballo ganador y haciendo procesos primarias para la foto…
En este escenario es clave que la centro derecha haga un mea culpa profundo, viva su travesía por el desierto y se refunde con mirada al futuro y no al pasado, que surjan idealmente movimientos nuevos que busquen coincidencias con otros movimientos que hoy están en la vereda del frente, y re-encanten a los casi 15 millones de electores de Chile, con una visión de un Chile realmente más justo, más libre, con la cancha más pareja y con más oportunidades, que crea en las personas y no solo en las empresas.
Lamentablemente la dirigencia actual no está a la altura de esa prueba de humildad, de dar un paso al costado y asumir sus culpas, por lo que seremos testigos de la noche de los cuchillos de la alianza la noche del mismo domingo 17, con recriminaciones varias, con ataques entre partidos y gobierno, continuando un espectáculo patético para nuestra población, que nunca creerá que ese grupo puede darle a nuestro país la unidad que requiere para avanzar.
El domingo hay que ir a votar, para al menos tener derecho a opinión después…aunque solo me resta decir buena suerte Michelle…
Estimado Pablo, no puedo estar más de acuerdo contigo... es más es la primera vez que no tengo candidato a la presidencia y la verdad, siento que da lo mismo cualquiera de ellos, pues son los mismos, que ahora gobiernan con sus hijos, hermanos, primos, etc, etc....
ResponderEliminarPero como dice el dicho, la culpa no es del chancho sino del que le da el afrecho
Saludos y extrañando esos buenos momentos de la JRN de hace 20 años