Los resultados de la última encuesta CEP del 2011 deben hacernos reflexionar profundamente sobre qué está pasando en nuestro país. Más allá de que lo más comentado sea el bajísimo nivel de apoyo del Gobierno (23%), no deja de preocupar el desapego creciente que está expresando la ciudadanía por las instituciones públicas, es decir con aquellas que hacen posible la vida en común, partiendo por la propia “democracia”: el 29% de los chilenos cree que funciona “mal o muy mal” (un aumento de 16 puntos en un año), a lo cual se suma un declive de la confianza en el Gobierno (22%), en el Congreso (13%) y en los partidos políticos (7%). Como complemento, el bajo nivel de apoyo del Gobierno, tampoco es capitalizado por la Concertación, que sigue teniendo niveles de desaprobación del 58% y de 18% de aprobación, comparados con los 55% y 20% que presenta la Coalición por el Cambio, respectivamente. Este contexto genera que el 60% de los encuestados se defina como no identificado con ningún conglomerado político
¿Cuáles son los factores que nos han llevado a este punto?. Para mi hay cinco...
1-Lo bueno que se “hace”, no “vende”
Más allá de que el Gobierno ha alcanzado importantes logros para la mayoría de la ciudadanía, como el nuevo posnatal de 6 meses, eliminación del 7% de los pensionados, ingreso ético familiar y reducción al mínimo de los tiempos de espera del AUGE, no se le atribuye ningún mérito a la gestión gubernamental. Incluso los niveles de crecimiento y el 7% de desempleo logrado en la última medición, prácticamente record de la última década, lo que es un excelente resultado para el contexto mundial de crisis profunda que estamos viviendo.
La personalidad lejana y poco creíble que percibe la ciudadanía del Presidente Piñera no permite que la “empresa” del Gobierno mejore en su percepción como un todo. En efecto, al ver la evaluación de algunos atributos claves para un régimen presidencialista como el nuestro, se ve preocupante que el 73% dice que el Presidente ha actuado con debilidad ante presiones, que al 69% no le genera confianza y que el 77% lo encuentra lejano.
2-Efervescencia social, catalizada por las redes sociales
Las continuas marchas estudiantiles del 2011, no sólo han hecho que el tema Educación supere en importancia a la Salud, sino que han hecho que una gran parte de la gente valida esta opción de movilización, más allá del año perdido de muchos estudiantes. Un 62% está de acuerdo en “que los estudiantes organicen marchas para protestar” y a la vez un 79% está en desacuerdo con que “los estudiantes marchen por lugares no autorizados”. Como resultado, su líder Camila Vallejos ya está dentro de las personalidades políticas de relevancia nacional. Las demandas son las mismas que en gobiernos anteriores (los pingüinos crecieron…), pero con la diferencia que la coalición gobernante actualmente no controla al Magisterio y Centros de Alumnos como si lo hacía hábilmente la Concertación cuando estaba en La Moneda
3--Los políticos y su agenda propia..
Mientras la opinión pública está preocupada de su seguridad (tema top 1 que en relevancia), toda la clase política sigue manteniendo una agenda propia, más preocupada de aprobar la inscripción automática y voto voluntario que en generar un acuerdo país entre legisladores y poder judicial para endurecer penas o generar una verdadera reingeniería en la seguridad del país. Como resultado, se están integrando al padrón cerca de 4,5 millones de potenciales nuevos electores, que poco incentivo tendrán para sufragar en las próximas elecciones, o serán el caldo de cultivo para movimientos ciudadanos tipo “indignados” que en general, por la experiencia de otros países como España, generan más ruido que cambios de verdad.
Mención aparte merece la percepción de felicidad o de positivismo hacia lo que se nos viene. Cerca del 58% de las personas piensa que la situación económica no cambiará, e incluso el 19% piensa que empeorará. Estos niveles, si bien muy malos, son similares a los de los peores momentos del Gobierno de Bachelet, lo que genera una esperanza que se pueden revertir. El 48% de los encuestados se declara “preocupado” por la situación del país, el 43% “enojado” e incluso el 39% “indignado”…
4-Te extrañamos Gordi…
Cuando uno revisa los liderazgos que la ciudadanía está valorando, se observa la presencia nostálgica de la figura materna de Michelle Bachelet. En el caso de la oposición es preocupante, ya que la segunda figura en importancia es Carolina Toha con 2% vs el 38% de Bachelet. No se ve recambio. Por parte de la coalición de Gobierno, sus personalidades mejores evaluadas con aquellas que han generado afectos desde el enfrentamiento de situaciones trágicas o que generan unión a nivel del país como los Ministros Golborne y Allamand. Tampoco se ven nuevos liderazgos con potencia
5-Pese a todo, parece que estamos más felices…
Pese a todo este contexto, más de un 84% declara que en lo familiar el presente año fue bueno y muy bueno, un 72% lo manifiesta respecto de lo económico, y un 69% y 76% en lo laboral y sentimental respectivamente. Sin embargo, en lo político sólo un 25% señala que el 2011 fue muy bueno y bueno. Esto muestra que las personas están separando claramente el mundo institucional del personal, generando un sentimiento más enfocado al núcleo/familia, lo que es riesgoso si no se logra que las personas entiendan que también tienen un rol activo en cambiar o mejorar esos aspectos de la sociedad que están fuertemente criticando.
En resumen, cerrando un año complejo en lo político, se deben hacer las autocríticas correspondientes sobre los factores que han generado que el cable entre la ciudadanía y la institucionalidad se haya roto. A nadie le conviene que este sentimiento de negativismo y crítica al sistema siga progresando, porque se transforma en un ambiente óptimo para el surgimiento de movimientos o liderazgos populistas y sin contenido, como ha ocurrido en algunos países del vecindario. El gobierno tiene un rol clave en dirigir una nación unida, con una mirada sólida de futuro y buscando un re-encantamiento de no sólo sus electores, sino del país como un todo
El 2012 viviremos un ambiente complejo en materia económica internacional y de fuerte competencia electoral en las Municipales, por lo que exigirá mucha más convicción y empatía para enfrentar a la ciudadanía y sus demandas.
No nos farreemos lo que tanto ha costado construir…
